La Piedra de la Abuela Kueka: Símbolo Cultural y Espiritual del Pueblo Pemón La Piedra de la Abuela Kueka es un símbolo profundamente arrai...
La Piedra de la Abuela Kueka: Símbolo Cultural y Espiritual del Pueblo Pemón
La Piedra de la Abuela Kueka es un símbolo profundamente arraigado en la cultura del pueblo Pemón, una comunidad indígena que habita principalmente en el Parque Nacional Canaima, al sur de Venezuela. Esta piedra, compuesta de jaspe y con un peso aproximado de 30 toneladas, no solo es un objeto físico, sino que representa una rica tradición cultural y espiritual que se remonta a tiempos ancestrales.
Historia de Kueka: Amor y Encuentros
Cuenta la historia, aprobada por el Consejo de Ancianos y Ancianos y la Capitanía General de la comunidad de Santa Cruz de Mapurí de La Gran Sabana, que un buen día Makunaimu, junto a su hermano Chiko, decidió hacer un paseo e invitaron a un pemón de Mapaurí (Brasil) llamado Kaponoko kueka. En el camino se encontraron al jefe (Piasan) de la tribu Macuchi y su hermosa hija. Sería el inicio del bello relato que daría origen al pueblo Pemón: Kueka, historia de amor y encuentros.
Kaponoko se enamoró de la muchacha, quien le pidió que hablara con su padre. El joven lo hizo, pero el Piasan Macuchi se enfureció y les negó el permiso para estar juntos. Enamorados, decidieron fugarse.
Cuenta la historia que, para protegerlos en la huida, Makunaimu les dio poder para que se llevaran agujas, cenizas y huevos. Tratando de escapar de una feroz persecución, el joven fue lanzando las agujas que puyaban al grupo que los seguía, cenizas que les nublaron el camino y huevos que formaron rocas enormes y mares, para que les fuese imposible alcanzarlos.
Finalmente, el cansancio los venció y tuvieron que detenerse. Viéndolos juntos y agotados Makunaimu les dijo: “Así como están descansando, así quedarán” y los convirtió en piedra: Kako abuela (piedra abuela) y kako abuelo (piedra abuelo).
Así quedaron por años y años, convertidos en enormes piedras en la sabana, descansando en las cercanías de la quebrada Jaspe o Kaku-Parú, siempre juntos. Por siglos fueron venerados como símbolos sagrados.
Existen otras versiones de la historia de amor y encuentros entre Kueka abuela y Kueka abuelo. Todas coinciden en el relato de un amor imposible que dio origen a su pueblo.
Una de ellas cuenta que un joven indígena de la comunidad pemón de Taurepán, decidió escapar de su tribu para asumir su amor por la joven más hermosa del pueblo de Makuxi, a sabiendas de que era prohibido, pues la ley divina imponía que un taurepán no podía juntarse con una mujer que no fuera de su etnia.
Pero el amor no sabe de reglas y la joven pareja decidió huir. El dios Makunaimu los encontró en el camino y al verlos juntos, los condenó a un abrazo eterno convirtiéndolos en dos piedras de jaspe.
El Viaje y Retorno de Kueka
En 1998, durante el gobierno de Rafael Caldera, la piedra fue extraída ilegalmente del Parque Nacional Canaima por el artista alemán Wolfgang von Schwarzenfeld, quien la llevó a Berlín para integrarla en su proyecto artístico Global Stone. Este acto fue visto como un despojo cultural y una violación a los derechos del pueblo Pemón, ya que no se consultó a la comunidad sobre esta decisión. La piedra fue exhibida en el parque Tiergarten durante más de 22 años.
En abril de 2020, tras una larga lucha por su repatriación, la Abuela Kueka regresó a Venezuela. Su llegada fue celebrada con una ceremonia espiritual significativa para el pueblo Pemón, marcando un hito en su historia reciente. Durante este evento, se reafirmó el valor cultural y espiritual que tiene Kueka para la comunidad.
Importancia Cultural
La Piedra Kueka es considerada como un garante del equilibrio y la armonía de la naturaleza. Para los Pemón, representa no solo a una anciana sabia que protege a su pueblo, sino también un símbolo de resistencia frente a las injusticias históricas sufridas por las comunidades indígenas.
En 1994 la piedra Kueka fue declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En 2006, el Instituto del Patrimonio Cultural de Venezuela declaró a la Piedra Kueka como Bien de Interés Cultural, reconociendo su profundo significado espiritual y cultural para el pueblo Pemón. Esta declaración se enmarca dentro de la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural, que establece la importancia de preservar tanto el patrimonio tangible como el intangible. La piedra, símbolo de identidad y cosmovisión Pemón, es considerada sagrada, similar a otros íconos culturales en diferentes tradiciones. Su reconocimiento formal busca proteger y valorar las creencias y prácticas culturales de esta comunidad indígena.
Tradiciones y Creencias
El culto a la Piedra Kueka incluye rituales donde los miembros del pueblo Pemón ofrecen peticiones para buenas cosechas y prosperidad.
En las ceremonias pemón, se utilizan cantos y bailes tradicionales como el Tarén, un canto chamánico que posee poderes curativos. También destacan danzas como el Parichara y el Tukui, que se acompañan de instrumentos como maracas, flautas de caña y tambores. Estos rituales son esenciales para la sanación y purificación, donde la música y la danza refuerzan los vínculos comunitarios y la conexión con los espíritus de la naturaleza.
La historia de la Abuela Kueka no solo es una leyenda romántica; es un reflejo del profundo vínculo entre el pueblo Pemón y su entorno natural, así como una representación tangible de su resistencia cultural frente a siglos de colonización y despojo.